Año a año, entre el día 12 y 17 del mes de Julio, se realiza la
celebración que conmemora y festeja a la virgen de Nuestra Señora del Carmen de La Tirana.
LAS DANZAS
Cuando se habla de la Fiesta de la Tirana, el imaginario conocido se puebla de color, mascaras, vestimentas llamativas, gente, mucha gente, pero por sobre todo, baile, danzas y músicas. Especialmente diseñadas para esta peregrinación. En la que cada año, se reinventa y revive, a su vez, la travesía histórica de la mixtura cultural de la zona del norte de Chile.
A través del baile, miles de personas, agrupadas en cofradías danzantes o solas en su fe, llegan a el pueblito de La Tirana a bailar, a demostrar de esa forma su devoción. Dándolo todo a puntas de pies sobre la tierra, a dar la cara al sol y el cuerpo, a cuanto acorde tiemble el aire.
De ahí, la hermosa estética de esta fiesta, con guiños de carnaval, donde se confeccionan trajes cuidadosamente bordados, con símbolos heredados de las antiguas etnias indígenas de este lado de sudamericana, como máscaras de animales o figurines. Vestimentas que toman forma, sobre los hombres, mujeres y niños, que orgullosos las presentan en sus coreografías y cantos. A la virgen, al desierto y a Dios.
Así, en una semana, se despliega el encanto de vivir la fe.
El día 12 de Julio, comienzan a llegar los bailes al pueblo La Tirana. Sólo dos días después, a partir de las trece horas del día 14 se les comienza a permitir la entrada a la Iglesia.
La jornada que durará una semana aproximadamente, se inicia a las 11 de la mañana en la plaza, con una misa abierta en donde todos los bailes prometen guardar silencio y respeto en la ceremonia. Luego, antes de ingresar al templo, cada baile hace un recorrido especial por las calles del pueblo, el que es estipulado por su caporal o director.
A cada cofradía sólo se le permite cantar cuatro estancias en la Iglesia, estas son: «las entradas»; «las adoraciones»; «buenos días»; «las buenas tardes»; «buenas noches» o «retiradas».
LA ENTRADA
El ingreso de las cofradías es en la Cruz del Calvario, ubicada en la entrada de la calle principal del pueblo. Desde donde inician su marcha con bailes y cantos, dando gracias por poder presentarse en la fiesta. Una vez en la entrada del templo, comienzan a saludar a la Virgen:
“Canten, canten, gitanitos
Todos llenos de alegría
dentramos a tu templo
A saludar a María
Felices vamos cantando
De ver todos a María
Dándole los parabienes
Y alabanzas en su día”
Posteriormente, las agrupaciones avanzan despacio hasta el altar, donde proceden a cantar el saludo correspondiente, sea este «los buenos días»; «las buenas tardes» o «las buenas noches», oct.:
¨Buenos días tengas,
Madre Hija del Eterno Padre
Tus morenos te saludan
Y aquí vienen a bailarte”
Finalizando, entonando la «despedida» mientras se retiran del templo retrocediendo, sin darle la espalda a la Virgen como señal de respeto. Concluido el saludo a la imagen venerada, los bailarines y bailarinas dan rienda suelta a los bailes que han ensayado todo el año.El ruido de las distintas bandas y agrupaciones se acopla como un solo murmullo de fiesta, en el que los tambores se hacen latidos de cada cofradía para llevar el ritmo de sus propios bailes.
LAS ESPERA DEL ALBA
La noche del 15 al 16 de julio, las distintas agrupaciones realizan una vigilia en la plaza de La Tirana esperando el gran día de la Virgen del Carmen. El panorama de la víspera cobra una belleza muy especial, se encienden pequeñas lumbres que son rodeadas por los bailarines. En el corazón del pueblo son miles los que danzan en torno al calor de las fogatas y el sonido de fuegos artificiales lanzados como estrellas esparcidas para bañar el cielo de la Pampa.
Trascurrida la oscuridad, el amanecer del día 16 los bailarines se retiran para vestirse con sus trajes más vistosos. Una vez con sus mejores atuendos, recurren al templo para cantar los «buenos días».
BAJADA DE LA VIRGEN
Habiendo saludado, antes de las diez de la mañana, es bajada una imagen de la virgen adornada con flores. Esta es más pequeña que la que está ubicada en el altar mayor de la Iglesia, se sube a una tarima y cuidadosamente es sacada a la plaza.
PROCESIÓN
Se inicia una procesión, en la que los fieles y visitantes se agolpan para estar cerca de la virgen, mientras se sueltan palomas desde arcos de flores instalados en las calles; se lanza papel picado de múltiples colores, se canta y se sigue bailando.
Entonces sucede un momento de registro patriótico, en el que las grupos musicales tocan el Himno Nacional de Chile, se iza la bandera de la patria y se toca la Canción de Yungay, ya que tras la guerra del pacifico la Virgen del Carmen pasó a ser la patrona del Ejército de Chile. Luego, se abre paso al silencio y con pañuelos, la virgen es saludada.
Posteriormente, el Obispo de Iquique oficia una misa. Seguidamente, las cofradías de bailes se retiran a almorzar y se preparan para la procesión de la tarde.
LOS PEREGRINOS
En la Iglesia está la imagen grande de la Virgen del Carmen, la «Virgen de Piedra», que recibe a miles de promesantes que llegan hasta ella a santiguase, pedirle favores o dar gracias por los pedidos concedidos, sean estos económicos, de salud o amor. La besan, la tocan, les presentan a sus niños y le cuelgan billetes en el manto. Así mismo, los peregrinos que no han podido cumplir sus mandas le piden perdón llorando de rodillas, los que llegan arrastrándose al templo.
El día 12 se comienza a conformar la fila de nazarenos que se quieren presentarse ante la virgen, la que no se interrumpe hasta que finaliza la fiesta.
LA DESPEDIDA
El día 17 de Julio, entre tristeza y nostalgia, finaliza la celebración. La subida virgen es subida dentro del templo, entre cantos y llantos, mientras los bailes religiosos han comenzado sus despedida. las cuales tienen llantos desgarradores por no saber si podrán volver el próximo año. De ahí, que en los cantos de los bailes se repiten mucho los versos “Volveremos si nos das vida y salud”.
Después de despedirse a los pies de la virgen, los bailes vuelven a la Cruz del Calvario (lugar donde comenzaron la fiesta) ahí el caporal los felicita, unos con otros se abrazan. Es un momento de bastante intimidad del baile.
Luego, mientras los bailes se despiden el día 19 en la noche, hay una misa donde se clausura oficialmente la fiesta. Esta misa termina con una adoración y procesión con el santísimo.
Una semana después, se hace la “Tirana chica”, donde cada asociación de baile realiza en su ciudad de origen, repite lo vivido en la fiesta grande en un fin de semana.