Llegó a Iquique el Vicario Apostólico de Tarapacá, Monseñor Camilo Ortuzar. Su gestión fue muy importante ya que con él El Vicariato de Tarapacá comenzó a realizar sus labores religiosas, pastorales y evangelizadoras, independiente de Arequipa.
Desde 1879, durante la guerra del Pacífico, Monseñor Camilo Ortuzar fue capellán de la Armada Nacional. Y en abril de 1882, el delegado apostólico Monseñor Moconni lo nombró Vicario Apostólico del litoral de Tarapacá, aún ocupado por las armas chilenas.
Tras la Guerra del Pacífico, en 1880, el gobierno de Chile tomó posesión de la Provincia de Tarapacá, la cual contemplaba las parroquias de Iquique, Pisagua, La Noria, Tarapacá, Pica, Camiña y la viceparroquia de Huantajaya. Esta posesión significó la segregación definitiva de la Iglesia entonces chilena respecto del Obispado de Arequipa, trasformado a Monseñor Camilo Ortúzar en el primer Vicario del nuevo Vicariato Apostólico de Tarapacá.
Monseñor Camilo Ortúzar se dedicó a organizar la nueva administración eclesiástica del Vicariato. Delimitó la extensión de cada uno de los templos existentes, y erigió canónicamente, las parroquias de Pisagua, La Noria, Lagunas, Mamiña y Negreiros, en el sector costero y salitrero. Así, en 1896, el Vicariato de Tarapacá contaba con diez parroquias y 358 capillas.