• 1868 Baile Chino

    Como todos los bailes que danzan en la fiesta de La Tiranana, el origen del baile Chino es poco claro. Se dice que esta danza llega a la Tirana en 1868 cuando un grupo de trabajadores mineros, de la desaparecida oficina Paposo, muchos de los cuales pertenecían al Baile Chino de Andacollo, se reunieron para danzarle a la Virgen del Carmen de La Tirana, cuya fiesta se realizaba en el mes de agosto y alrededor del templo antiguo, ubicado en el sudeste del pueblo. Pero elorigen de este baile se remonta a fines del siglo XVI cuando un indio chino, trabajador de lavaderos de oro, encontró una pequeña virgen morena de madera en Andacollo. Este acontecimiento fue considerado milagroso y desde ese momento la virgen comenzó a ser venerada por los chinos, fundándose la primera cofradía en 1584.

    En el año 1886, finalizada la Guerra del Pacífico y ya construido el actual santuario de Nuestra Señoara del Carmen de La Tirana, Como consecuencia de la Guerra la región peruana de Tarapacá fue anexada a Chile, lo que condujo a un complejo proceso de chilenización de la población, incluida La fiesta de La Tirana. Así, para enaltecer los valores chilenos se validado publicamente la cofradía de los danzantes chinos como el único baile originario netamente de Chile, y por ende se le consagro como el responsable de sacar a la Virgen del templo durante la procesión. Desde entonces, sus integrantes se reunían en la puerta de la iglesia para sacar la imagen de la Virgen, para iniciar la iniciar su romería.

    El 8 de septiembre de 1908 el Baile Chino organiza se organiza como tal, y el 5 de noviembre de 1968 se constituye como Sociedad Religiosa. Así, producto de su trayectoria, el 26 de abril de 1986 el Obispo Diocesano de entonces monseñor Javier Pedro Prado, les otorga el Decreto Eclesiástico N° 17, en el cual se les concede la permanencia de Número Uno y la Misión de acompañar a la Virgen del Carmen en todos los actos litúrgicos en honor.

    La vestimenta de este baile exclusivamente masculino, consiste en un traje café monocromo, con bordados o flores pintadas en las camisas, sombrero altiplánico, zapatillas blancas y una capa de satín blanco.

    Se acompañan de un instrumento aerófono monocorde y un tamboril, tocado por los propios bailarines del conjunto.